viernes, 2 de diciembre de 2011

VOLVEMOS

Una tarde mas, así quisieron que fuera, y para la gran mayoría así lo fue…


Un San Lorenzo Boca devaluado por dos campañas no muy buenas, que albergo bastante gente porque como siempre en el estadio mas cómodo y céntrico de la ciudad los hinchas no faltaban nunca.


Los cantos de las tribunas acompañados por ese suave impulso que al saltar te daba la flexibilidad de aquellos tablones, resonaron una vez mas en el viejo y cómodo estadio.


El resultado no acompaño a los que estuvimos presentes, pero eso no hacia mas que dejarte con las ganas de haber ganado, y fue para muchos un partido mas…


Pero con el tiempo se transformo en el Réquiem defunctorum del Wembley Porteño, el Gasómetro de Av. La Plata no volvería a abrir las puertas, para que ese duende de gajos de cuero, rodara travieso por su césped...


Luego vinieron las protestas, la indignación y hasta algún intento de enfrentamiento con el poder dictatorial, para que se reabrieran las puertas y que se volvieran a llenar las esqueléticas estructuras de hierro y madera con su epidermis o piel que eran los hinchas, formado el cuerpo viviente del mayor templo del futbol y del deporte todo que supo tener la ciudad.


Después de algunas batallas perdidas por los socios y los hinchas que intentaron como Don Quijote pelear contra los Molinos de Viento que tenían botas, charreteras y trajes militares, vino el peregrinaje, el deambular como parias por todos los estadios haciendo las veces de local y que nunca se plasmo ya que nos condenaron a ser visitantes siempre, pero fue en ese momento donde muchos apostaron por que la desaparición del Gasómetro fuera el inicio de la desaparición del CASLA.


Pero hoy a 32 años de aquel ultimo partido, esa pasión azulgrana que llevamos en los genes, hace que siga latente el reclamo y las ansias de retornar a lo que fue nuestro hogar primigenio y la lucha continua, de la mano de algunos locos soñadores hoy todos estamos detrás de una consigna, que día a día se hace mas popular y que ya trasciende fronteras y que se convirtió en un sueño real, del que estamos muy prontos a despertarnos, de esa pesadilla nefasta de haber sido parias y que en poco tiempo mas dejaremos de decir que Vamos a Volver a Boedo... porque Dios y la justicia también existen y entonces diremos Hoy ya estamos en Boedo, hemos vuelto al lugar donde nunca debimos de haber sido expulsados, esta en nuestra casa y la casa de nuestros mayores, Av. La Plata 1700.

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