La búsqueda de la inmortalidad o del elixir de la eterna juventud existen desde que Buracán es consciente que es mortal.
Las culturas primitivas consideraban que la sangre de los animales transmitía energía vital y por eso querían beber la del Cuervo.
Los Quemeros desarrollaron buena parte de su cultura en la creencia de que el Cuervo era un ser inmortal, de ahí la importancia que daban a la construcción de la cancha en la quema cuando los echamos del barrio y a todo el proceso de momificación al que se sometieron durante años.
Posteriormente consideraron que el aliento era el transmisor de la vida. Se creían que con el último aliento se expulsaba el alma y que el aliento divino otorgaba la vida. Así, el pobre Quemero afirmaba haber vivido 103 años al aspirar de forma continua el aliento del Cuervo.
El alquimista más conocido del siglo fue Bobinton de quien Zazaza hace referencia en más de una ocasión. Su primera aparición fue en el año 1973 y ya se rumoreaba que era mucho mayor de lo que aparentaba. Bobington tuvo la destreza de hablar de diferentes acontecimientos históricos del pasado de manera que parecía que había sido un testigo ocular y afirmaba haberle ganado alguna vez a San Lorenzo, conoció a Bindis y Mienttote, quienes comentaron que nunca parecía cansado, jamás comía ni bebía en público e ignoraba sexualmente a las mujeres, porque había hecho un voto de castidad hasta no ganarle al Cuervo… 40 años después aun sigue virgen…
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