Hoy desgárrate la piel, para que se te vea más el alma azulgranada. Hoy cantá y saltá, un grito por cada lágrima piantada en secreto. Hoy colgá la bandera en el alambre, el balcón, el Rastrojero, ponétela al hombro y que el viento la pegue al cuerpo. Hoy cálzate la camiseta que más quieras y dale un besito al CASLA, como si lo recibiera el tipo (tu viejo, tu abuelo, tu amigo) que te hizo del Ciclón, porque se le ocurrió que legar ese sentimiento abriría un guiño eterno, un registro de ADN. Y explícales a los que te miren de soslayo que ese sentimiento no será una nacionalidad ni una religión, ni pretende exacerbarse en chovinismos, Dios nos libre. Pero explícales que resguarda tu infancia, que precipita abrazos inéditos, que es sol, pizza, lluvia, llanto, barra, bondi, sudor, disfonía. Y que si al Ciclón le duele, a vos te duele. Y que por eso, hoy, vas a graznar tu cuervo sentimiento, para recordarles que no lo matará un descenso, el exilio ni 7.000 goles. Que no lo matará ni la propia muerte, ilusos, que para nosotros es sólo un paso hacia la inexorable santidad.
Eduardo Bejuk.
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