Cuando despertó el día, allá en el 49, un día como hoy nos dejo sin avisar, el hombre, ese que por su fe religiosa no tubo hijos carnales, y que tampoco dejo herencia material alguna…
Pero que paradojas tiene la vida, ¿Cómo que no tubo hijos? Si hay mas de 4.000.000 de sanlorenciastas en todo el mundo. ¿Cómo que no dejo herencia? Si dejo el Club Atlético San Lorenzo de Almagro…
Si, lo que son las paradojas de la vida, que estoy casi seguro que muy pocos hombres han dejado tanto y que perdure en el tiempo y en las generaciones…
Si, lo que son las paradojas de la vida, pensar que los vecinos te decían despreciativamente “cuervo” por tu sotana, y esa ofensa duro algunos años, hasta convertirse hoy en día en el apodo unificador y orgulloso de todos tus herederos, que hoy somos CUERVOS….
A sesenta años de tu partida a la casa del padre, como rendir un homenaje a quien en vida jamás lo permitió, a quien desde la humildad, fuera el mentor de una pasión espontánea y pura que nace de los colores del manto de la Virgen, a quien desde su sencillez y sin quererlo escucho a una multitud corear su nombre, a quien desde su fe, el pueblo beatifico popularmente como San Lorenzo.
Ese Curita Salesiano factor y columna vertebral de la amalgama de la idea de unos pibes que peloteaban en la calle y los invitaste a transformarse en el Club mas grande del mundo, ese club que nace del pueblo con la bendición de un pequeño gran hombre, en un barrio que se transformo con el tiempo en icono porteño por excelencia.
Hoy no estas físicamente con nosotros, pero con tu multiplicación fenomenal que partió desde Boedo, quien te diría que luego de 100 años irías a tener hijos en Japón, en Europa, en America, en Oceanía y en todo el mundo, pero esa representación no fue ni oficial ni de casualidad, fue el perenigraje de tus hijos, que solos y con su pasión inquebrantable te han llevado con el orgullo de ser Cuervos hasta todos los confines llegando a ser el Club argentino con mas peñas en el exterior, caramba si todo eso lo hiciste sin estar físicamente, será que tu obra como la de todo gran hombre trascendió, mas allá de tu vida y te ha inmortalizado.
Han pasado 100 años y se corea tu nombre cuando la azulgrana sale a un campo de juego y pasaran 100 años mas y seguirá siendo así, porque tu legado de padre hoy se sigue transmitiendo de generación en generación y con un poder multiplicador que jamás ni el propio Carbuña se pudo imaginar.
A sesenta años de tu partida, estas mas presente y mas junto a todos nosotros que nunca.
JGC
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